La gran lucha de Calvin y Hobbes que cambió el diseño de las historietas de los domingos

Las tiras cómicas de los periódicos estadounidenses son toda una industria con sus propias reglas. Decenas de diarios comparten tiras de personajes famosos, que se publican en sus páginas de un modo muy concreto. Y esto desató una de las mayores luchas editoriales de los años 90, cambiando la manera en que se publican las historietas en los diarios.

De lunes a sábado, la tira es más pequeña y suele componerse de cuatro viñetas horizontales, como en este ejemplo:

Los domingos, sin embargo, la tira es más grande, en color y ocupa bastante más. por ejemplo, así:

Sin embargo, la composición de esta página dominical no estaba elegida al azar. Sus medidas son muy concretas, y no solo en lo referente a la superficie total sino también al tamaño máximo de cada viñeta. Todas siguen este mismo esquema:

¿Y a qué se debe esto? Se trata de una manera de estandarizar la producción para que cada periódico pueda maquetarlas de distintas maneras. Así, una misma tira puede adaptarse al espacio que cada periódico quiera otorgarle: página completa, media página, tercio de página o cuarto de página.

Es decir, según el periódico en el que la leyeses, una misma tira dominical podía verse de alguna de estas formas:

Este tipo de reglas no solo afectan al tipo de dibujo que puede hacerse (el autor no puede aprovechar todo el espacio para crear una gran imagen) sino que además afectan a la narrativa. Si observas la composición a tercio de página, observarás que faltan las dos primeras viñetas: el guión de la historieta debía escribirse para que su comienzo fuese un gag independiente que no afectase a la historia principal, ya que muchos lectores no las verían.

Además, como algunos periódicos no publican la tira entre semana, la dominical no podía tener continuidad con las tramas abiertas en las tiras diarias.

El autor de Calvin y Hobbes, Bill Watterson, es un tipo peculiar. Mientras la mayoría de autores quieren la máxima difusión para sus creaciones y no dudan en lanzarse al mundo de los productos derivados, él quiso desde el principio cuidar el espíritu de la tira y tratar de hacer algo con significado. Apenas hay merchandising oficial de Calvin y Hobbes, y fue esta actitud inconformista la que le hizo encabezar en los 90 una de las mayores luchas del mundo del comic.

Las tiras de los domingos contra la creatividad

Watterson consideraba que este sistema de tiras dominicales tan rígido ahogaba la creatividad y solo beneficiaba a los periódicos, que apretujaban montones de tiras en una misma página sin importarles que a tan pequeño tamaño no se pudieran narrar historias decentes.

Enfrentándose a su editor y a buena parte de los autores, se rebeló para poder disponer del espacio de sus tiras dominicales y organizarlas a su antojo. Y finalmente lo consiguió, lo que le permitió explorar todo tipo de composiciones:

La última tira de Calvin y Hobbes, publicada el 31 de diciembre de 1995, sigue ejerciendo esta creatividad y se despide con un buen consejo: «Let’s go exploring!»

Esta historia está recogida en El último libro de Calvin y Hobbes, un imprescindible en el que el autor explica toda su lucha, e incluso comenta cada tira. Os lo recomiendo de verdad.