22 cosas que llaman la atención a un español en EEUU

Hace poco hablábamos de las cosas de España que más llamaban la atención a un estadounidense: jamones en los bares, transporte público, santos… y ahora queremos traer la otra visión: las cosas de Estados Unidos que más llaman la atención de un español.

1. La gente es extremadamente amable en todas partes. Todos sonríen y te dan conversación, especialmente si ven que eres de fuera.

2. El pago con tarjeta está mucho menos avanzado que en España. En casi ningún sitio tienen contactless, todo va con banda magnética.

3. Hablando de bancos, allí es muy normal manejarse con cheques. De hecho, el equivalente a la cuenta corriente se llama checking account.

4. Lo de las propinas es un lío tremendo. No es algo opcional como en España. Tienes que dejarla por mala que haya sido la comida o el lugar, y calcular el porcentaje correcto.

5. Todo está hecho para moverse en coche. Hasta las oficinas de Correos tienen buzones para echar las cartas sin bajarte del coche. Y las distancias son relativas: es muy normal emplear una hora y media en coche cada día para ir al trabajo.

6. Los precios en las tiendas no incluyen impuestos, así que si vas con dinero justo es mejor no apurar mucho, porque en caja sube el precio.

7. Hay muchísima variedad de galletas, chocolates, golosinas, refrescos y en general cualquier producto azucarado. Pasillos y pasillos de todo tipo de variedades.

8. Las farmacias no tienen nada que ver con las españolas. Parecen más bien supermercados, y venden de todo (incluyendo revistas, tarjetas telefónicas, gadgets, alcohol e incluso tabaco). De hecho, hay supermercados con sección de farmacia.

9. El baño es diferente. La tapa del inodoro tiene forma de herradura, la ducha suele estar fija y controlar la presión a la vez que la temperatura es misión imposible.

10. ¿Recordáis los frigoríficos que tenían un hueco para coger hielo y agua sin abrirlos? Aquí dejaron de estar de moda, pero allí los tiene todo el mundo.

El favorito de Chuck Norris

11. El 90% de los coches son enormes pickups. Y la gasolina es más barata, pero los parking son carísimos.

12. A todo el mundo se le pide el carnet para comprar alcohol, da igual que sea obvio que no eres menor de edad. De hecho, algunas tiendas tienen una pegatina que avisa que se pedirá el carnet a todos los que aparenten menos de 35.


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13. Nadie compra pan a diario. De hecho, para ellos el «pan» es el pan de molde. La barra de pan tradicional es lo que llaman «French bread» y es solo para ocasiones especiales. Normal: es carísima (unos 2 o 3 dólares).

14. Hay banderas estadounidenses en todas partes. En edificios oficiales, claro, pero también en el transporte público, monumentos, casas particulares y en medio de la calle.

15. Muchísima gente habla español. Si no sabes inglés, no lo tienes difícil para hacer tu vida cotidiana sin problemas.

El pasillo de las tarjetas, imprescindible en cualquier tienda

16. Allí se usan tarjetas en todas las situaciones sociales. Para felicitar, para dar el pésame, para dar las gracias, para dar la bienvenida, para pedir perdón… todos los supermercados tienen un pasillo entero con todo tipo de tarjetas. Hasta los de las gasolineras.

17. El transporte público, salvo en grandes ciudades (y no en todas), es testimonial. Prácticamente nadie lo usa.

18. Casi todas las carreteras tienen un carril por el que solo pueden ir coches con dos o más ocupantes, y que suele ser bastante más fluido que los demás. Policías en moto vigilan que se respete.

19. En algunas carreteras hay un único carril de peaje (los demás son gratis), y suele ser gratis si van más de dos personas en el coche.

Otto es de ficción, eso sí

20. Cosas que creía que eran de las películas y existen de verdad: los autobuses escolares amarillos. Y también los empleados que van con una señal de Stop en la mano ayudando a los niños a cruzar la calle.

21. La gente por lo general conduce bastante bien, pero incluso cuando hacen alguna «pirula», prácticamente nunca se oye un claxon.

22. Las tarifas de móvil son mucho más caras que en España, e incluyen muchísimos menos gigas de internet, aunque eso sí, pueden compartirlos entre los familiares.